El Universo Emocional es, sin lugar a dudas, “la niña de mis ojos”. Resultado del fruto de mi trabajo durante años, comenzó como una humilde conferencia para dar a conocer el modelo Wu Xing chino (5 fases). Creció para convertirse en un proyecto de taller en conjunto con el Análisis Transaccional; y en poco tiempo, gracias a mi propia investigación con las emociones y al entrar en el fantástico mundo de la Programación Neurilingüística (PNL), se desarrolló hasta lo que es hoy:
- Mi modelo personal, el que yo uso en mi vida privada y profesional, para gestionar cualquier ámbito de la vida... y por supuesto el emocional. Es un compedio de todos los conocimientos que me han aportado mayor sabiduría y éxito. Por esto y mucho más le tengo un aprecio especial a este curso.
- Desde que tenía 8 años, cuando entré en el mundo de las artes marciales, ya me pude dar cuenta que había algo en el interior de las personas que las hacía únicas, además de tener la oportunidad de poner en práctica a desarrollar ese algo. A las artes marciales le siguiría el estudio del Tai Ji, el Qi Gong, el Yoga o el Reiki entre otras.
- Pronto me interesé por las culturas de extremo oriente, encontrando explicaciones de fenómenos humanos que para mi eran naturales y sin embargo en gran parte de las personas que conocía resultaban “ciencia ficción”.
- Más adelante cuando comprendí que sin la toma de consciencia, la vida de uno mismo podía ser un devenir sin manejo, comencé a hojear los libros de psicología de mi madre. Pronto los devoré considerando la psicología, además de la filosofía, como algo que es capaz de sanar ese “sin sentido” frecuentemente cotidiano.
- Así es como con el tiempo descubrí que la Medicina Tradicional China iba a ser mi camino: Una sabiduría que comprendía al ser humano como algo íntegro (sin ser fraccionado por las disciplinas) y además lo situaba de pleno dentro del universo en el que vive. Ya no había separación entre cuerpo y mente, cuando de hecho ni siquiera existe este concepto.
- Ya metido en una nueva percepción de la vida y el universo, indagué en la Gestalt y el Análisis Transaccional para acabar estudiando hasta el máster de PNL o cualquier otra técnica que considerase efectiva para establecer una buena comunicación del llamdo “cuerpo-mente”.
